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jueves, 16 de mayo de 2013

Un duro camino, para un futuro incierto: emprendedores


En nuestro país, la mayoría de empresas son las consideradas pymes (pequeñas y medianas empresas) hasta el punto de que el 70% de los trabajadores en España forman parte de ellas.
El estado debe tener como una de sus prioridades apoyar a los emprendedores, como así recordó Mariano Rajoy en más de una ocasión, pero lejos de esas declaraciones en las que decía que "Los emprendedores tendrán durante cuatro años alfombra roja", aludiendo así al apoyo que estos recibirían durante su mandato, la realidad es muy diferente. Montar una empresa en España es difícil, cuando el gobierno debería facilitar el acceso a emprender. Mientras en un país como Inglaterra, que goza de uno de los sistemas más ágiles del mundo a la hora de poder montar una empresa, pudiendo hacerlos en 24 horas y pagando aproximadamente 72 euros, en España el poder hacerlo requiere 10 trámites como mínimo, y sobre 500 euros, llegando en total, en ocasiones a los 3000 euros, que sumado al alto coste que supone montar una empresa en cuanto a instalaciones, personal, y inversión inicial podemos definir estas cifras como "desorbitadas", quedando ya mucha gente sin poder emprender, y más en un momento en el que los créditos brillan por su ausencia.
Quizás, el problema más duro al que se tiene que enfrentar un emprendedor autónomo en su empresa es afrontar el pago del IVA, ya que en el desarrollo de una actividad económica, no siempre recibes de inmediato los pagos por parte de los clientes, y en cambio sí tienes que pagar el IVA cobres o no. De ahí que los autónomos denunciaron en 2012 que en España habían pagado más de 1000 millones de euros de facturas no cobradas.
El caso que más me ha llamado la atención de los que he escuchado es el de Jaime Estévez, un empresario que estuvo a punto de cerrar la empresa debido a la deuda que tuvo con el Estado al no poder hacer frente al IVA al no haber cobrado las facturas de sus clientes, teniendo así que avalar a miembros de su familia con sus casas para poder fragmentar la deuda, lo que le dejaba en una difícil situación. Este caso, citado en el programa Salvados, es uno de muchos en España, pero la sorpresa llega cuando Jordi Évole le pregunta quiénes son los clientes que no pagaron sus factura, siendo estos un ayuntamiento y un departamento de la Comunidad de Castilla- La Mancha. La conclusión es que las mismas personas que le estaban reclamando por un lado, haciéndole, prácticamente, imposible continuar su actividad económica, son las mismas que por otro lado no le estaban pagando, lo que es lamentable, y una muestra de la situación de las empresas en España.
La ley, que el Partido Popular había prometido reformar, que es la que exige el pago inmediato del IVA cobres o no de tus clientes, lo cierto es que está aún en vías de desarrollo, por lo que la situación podría seguir igual por un tiempo, siendo así preocupante ya que puede suponer el cierre de muchas empresas.
Salvados nos presenta otro caso polémico, como es el de un empresario llamado Ramón Iglesias, una persona que enseña su caso para demostrar que la creación de una empresa supone más del tiempo que supone oficialmente el Estado, ya citado anteriormente. En su caso, consiguió montar su empresa después de tres años en los que tuvo que luchar contra las trabas que en Gobierno le iba poniendo, y que supusieron para el, un gasto desmesurado. Cuándo Jordi Évole ve la cantidad de cajas llenas de cientos de papeles que representan el largo trámite que supone la creación de una bodega para comercializar vinos y aceites queda perplejo, y no sin razón. La ley vigente, en Andalucía, lugar de este pequeño empresario, recoge que el funcionario encargado de llevar a cabo la legalización de una empresa pueda pedir los datos que considere oportuno, a la vez que muchos de ellos no tienen conocimientos de muchos de los criterios de actuación de una empresa. Lo más vergonzoso llega cuando se cita el hecho de que una vez montada la pequeña nave de la bodega, la administración le exige un estudio de yacimientos arqueológicos, y al no poder llevarlo a cabo exigen su demolición, y frente a la negación evidente del propietario, solicitan un la realización de un informe de innecesariedad de realización de un estudio arqueológico, teniendo que llamar a un arqueólogo que cobrará por ello, aumentando así el cuantioso coste de creación de la empresa. Por si fuera poco, el "cachondeo" al que este emprendedor se tuvo que enfrentar, el ayuntamiento le solicita la realización de un estudio de impacto acústico de la bodega y los cultivos, siendo una actividad totalmente ajena a este daño medioambiental, y situándose a varios kilómetros de las casas y edificios más cercanos. En total, solo la tramitación de la empresa ascendió a un coste de entre 30.000 y 40.000 euros.
La siguiente persona entrevistada es Ramón, un periodista del país que se produce en un polígono en el cuál él empezó a trabajar cuando sólo tenía 16 años, y dónde regresa 30 años después, viendo como gran parte de las industrias españolas que había en sus días trabajando allí, ahora son almacenes de mercancía china, lo que es un dato alarmante que refleja el retroceso de la industria los últimos años. También habla sobre lo que supuso la entrada en la globalización, es decir, en la Unión Europea, lo que "a priori" supone muchas empresas que se marchan a otros lugares a producir, dejando a nuestro país en una situación un tanto complicada. el hecho de no conservar esa industria es una de las razones de la dureza de la crisis, ya que si aún la conserváramos, el impacto sería mucho menor. A nivel internacional, el ejemplo es la empresa ZARA, que es una de las empresas con mayor producción téxtil a nivel mundial, que a pesar de ser española, produce en nuestro país apenas el 1% de su producción aquí, y que la mayoría de trabajos que supone son dependientes de tiendas, habiendo casi medio millón de trabajadores en fábricas en países como Bangladesh o India. Pero este hecho no es criticable, ya que España no ofrece a las empresas unas ventajas en el territorio español que puedan competir con los focos industriales en el mundo.
En una entrevista concedida por Joan Rosell, un empresario español y presidente de la CEOE su opinión acerca de la estructura empresarial española y los temas más relevantes en la actualidad. La CEOE es criticada por no apoyar a las pymes centrando su apoyo en determinados sectores y grandes empresas.
En resumen, España necesita una remodelación de la estructura empresarial si quiere asegurar el futuro de las empresas o de lo contrario, podrá verse más sumergida en la actual crisis, debido al hecho de que muchas empresas se marcharían. Un dato alarmante es el hecho de que muchas empresas están cerrando plantas de producción en España a la vez que montan otras en países como Brasil, lo que hay que evitar a toda costa, porque perder más empresas, podría suponer una situación muy difícil agravando la actual crisis.

El programa de Salvados sobre el problema de los emprendedores en españa: http://www.lasexta.com/videos/salvados/2013-marzo-3-2013030300002.html


En la foto, Jordi Évole descubriendo que es más fácil montar una empresa en países como el Congo que en España.


Jordi Évole hablando con el presidente de la CEOE (Joan Rosell)

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